domingo, 21 de agosto de 2011


examen de las extremidades inferiores.

Extremidades inferiores.
 El examen físico es mas revelador en las extremidades inferiores que en
cualquier otra parte del cuerpo donde hay enfermedades arteriales.
a).Inspección: La isquemia crónica puede causar: Atrofia muscular, pérdida de vello
del pie y en isquemia crónica severa, palidez a la elevación y enrojecimiento con pie
pendiente. En los estadios terminales aparecen úlceras o  gangrena.  
b).Palpación: Cuatro pulsos son palpables.  17
 El pulso femoral común, debajo del ligamento inguinal, a unos dos traveses de dedo
lateral al tubérculo púbico. En pacientes obesos, la rotación externa de la cadera puede
facilitar la palpación de la arteria. 
 El pulso poplíteo se palpa con el paciente en posición supina y la rodilla ligeramente
flexionada; el examinador debe introducir las puntas de los dedos de ambas manos
rodeando los tendones mediales y laterales de la rodilla y presionando la punta de los
dedos en el espacio poplíteo; el pulso poplíteo usualmente está ligeramente lateral a la
línea media.
 La arteria pedia se palpa, en la mitad del dorso del pie, entre el primer y
segundo metatarsiano. Y, la arteria tibial posterior, en el surco que hay detrás del
maleolo interno de la tibia en el tobillo.
 La gradación de los pulsos es muchas veces subjetiva. La clasificación mas
simple es presencia o ausencia de pulso. 
c).Auscultación: En estenosis proximales al  ligamento inguinal o en la femoral, se
pueden oír soplos.

examen de las extremidades.

 Extremidad superior
a). Inspección: La punta de los dedos sonrosados con un relleno capilar de menos de 3
segundos es un signo de perfusión adecuada del brazo y de la mano. Los principales
cambios visibles, en la extremidad con  isquemia arterial crónica son, la atrofia
muscular (especialmente en el antebrazo y proximal de la mano), y las úlceras
cutáneas o gangrena, en la punta de los dedos.
   En el fenómeno de Raynaud, se produce después de la exposición al frío o
stress emocional, un cambio trifásico de  color en los dedos: Los dedos aparecen
pálidos (blancos) después cianóticos (azules) y finalmente hiperémicos (rojos) cuando
la circulación se restaura.
b).Palpación: Los pulsos de la extremidad superior pueden palparse en la parte medial
y superior del brazo, en el surco entre los músculos bíceps y el tríceps ( axilar y
humeral proximal), en la fosa antecubital medial al tendón del bíceps ( humeral) y en
la muñeca sobre la parte distal del radio (radial) o sobre el cubito ( cubital ). 16
 La temperatura cutánea puede percibirse por palpación, con el dorso de la
mano o de los dedos, que son más sensibles.
c).Auscultación: Debe de incluir medidas de la presión arterial sanguínea bilateral y
examen de la fosa supraclavicular para detectar soplos subclavios. Una diferencia de
mas de 20 mm de Hg entre las presiones de los brazos indican una estenosis
hemodinámicamente significativa de tronco innominado, subclavia, axilar o braquial
proximal en el lado con la presión más baja. 
FIGURA Nº 4: Palpación del pulso Humeral. Foto del brazo derecho.
FIGURA Nº 5: Palpación del pulso Radial. Foto del antebrazo derecho.
FIGURA Nº 6: Palpación del pulso Cubital. Foto del antebrazo derecho.

GENITALES FEMENINOS



Genitales femeninos







Equipo

Guantes desechables, lubricantes, espéculo de tamaño adecuado, iluminación directa excelente, raspador cervical, portaobjetos, líquidos para fijar un frotis de papanicolaou, aplacador con punta de algodón.

Examen general

1. La paciente debe vaciar la vejiga.

2. La paciente debe acostarse en posición para litotomía con sus glúteos ligeramente salidos del extremo de la mesa de exploración.

3. Se flexionan y se separan los muslos; los pies se colocan en los estribos.

4. Los brazos de la paciente se colocan a los costados o se cruzan sobre el tórax.

5. Si el examen lo practica un varón, debe estar presente una mujer.

6. Se obtendrán mejores resultados en el examen si la paciente está relajada.  Se consigue cubriéndola de tal forma que la sábana se extienda sobre las rodillas.

7. Explicarle cada etapa del procedimiento y evitar cualquier movimiento rápido, inesperado.

8. Comprobar que las manos y el espéculo estén tibios.

Inspección y palpación

 (Se practican casi de manera simultánea durante la exploración.)

1. Iniciar observando la distribución del vello del pubis.


2. Observar los labios mayores, el monte de Venus y el perineo (el tejido entre el ano y la abertura vaginal.

3. Con la mano con guante separar los labios mayores y observar el clítoris, el meato uretra( y la abertura vaginal, Ver el color de la piel, si hay ulceraciones, nódulos, exudado o tumefacción.

4. Observar las áreas de las glándulas de Skene y de Bartholin.  Si hay antecedentes de tumefacción de estas últimas, Palparlas colocando el dedo índice en la vagina en el extremo posterior de la abertura y el pulgar fuera de la porción posterior de la vagina.  Palpar entre los dedos índice y pulgar en busca de nódulos, hipersensibilidad y tumefacción.  Repetir en cada lado de la abertura vaginal posterior.

Examen con el especulo

1. Tener disponible el especulo de tamaño adecuado y lubricado con agua tibia. (Otros lubricantes pueden impedir los estudios citológicos.)

2. Iniciar introduciendo los dos primeros dedos de la mano con guante en la vagina; localizar el cuello, observando el ángulo de los dedos y la distancia desde la abertura vaginal hasta el mismo.

3. Se extraen los dos dedos hasta el borde de la abertura vaginal, se presionan hacia abajo contra el perineo.  Tomar el espéculo con la otra mano; con las hojas cerradas y sosteniéndolo oblicuamente guiarlo hasta pasar los dos dedos con guante en tanto se hace presión hacia abajo. (Ello evita hacer presión dolorosa en las estructuras uretrales posteriores.) Evitar pellizcar la vagina con el espéculo.

4. Una vez que se introduce el espéculo se quitan los dedos con guante del introito (abertura vaginal) y se giran las hojas del espéculo hasta la posición vertical, manteniendo la presión hacia atrás.

5. A continuación se abren las hojas del espéculo y con luz directa se observa el cuello.  Se mueve el espéculo de tal forma que se vea completamente el cuello. (El cuello se encuentra dentro del fondo del saco, o parte posterior de la vagina, dividiéndolo en fondos de saco anterior, posterior, derecho e izquierdo.)

6. Inspeccionar el cuello y su abertura (orificio), observando Posición, color y forma del orificio, ulceraciones, nódulos, hemorragia y exudados.

7. A medida que se extrae lentamente el espéculo, se observa el color de la mucosa vaginal y si hay inflamación, úlceras, masas o exudado.

8. Cerrar las hojas antes de llegar al introito y extraer el espéculo sin pellizcar la pared vaginal.

Palpación (exploración bimanual)

1. Lubricar los dedos índice y medio de la mano con guante e introducirlo en la vagina buscando nódulos, masas o irregularidades adelante y atrás.

2. Localizar el cuello y los fondos de saco y obsevar si hay, hipersensibilidad, su forma, tamaño, consistencia, regularidad y movilidad del cuello.

3. Colocar el dedo con guante en el fondo de saco Posterior y la mano sin guante en el abdomen, aproximadamente a la mitad entre el ombligo y la sínfisis del pubis.

4. Presionar las dos manos una hacia la otra y palpar el útero notando su tamaño, forma, regularidad, consistencia, movilidad, hipersensibilidad y cualquier masa que exista.

5. A continuación, colocar los dedos con guante en el fondo de saco lateral derecho y la mano sin guante en el cuadrante inferior derecho.  Palpar los ovarios si es posible, notando su forma, tamaño, consistencia, regularidad, movilidad, dolor (el ovario suele ser sensible) o masas, Repetir el procedimiento en el lado izquierdo.

6. En seguida, se extrae la mano con guante dejando el dedo índice en la vagina y colocando el dedo medio en el recto.  Se repite el procedimiento de exploración bimanual.

7. Si es posible, presionar el útero hacia abajo hasta el dedo rectal de tal forma que se explore tanta superficie posterior de este órgano como sea posible.

8. Proseguir con la exploración rectal (véase luego).

9. Al terminar la exploración se limpian los genitales y el perineo con una toalla o se le ofrece a la paciente para que lo haga por sí misma.






1. Normalmente el vello púbico está distribuido en un triángulo invertido sobre la sínfisis púbica.

2. En las vírgenes, los labios mayores son llenos y redondos. Se adelgazan en mujeres mayores y multíparas.


3. Los labios menores y el prepucio alrededor del clítoris son de color rosado..





4. Puede existir o no el himen o repliegue membranoso que ocluye parcialmente la abertura vaginal.



















2. Normalmente, el útero se encuentra hacia adelante con el cuello casi en ángulo recto con la vagina.
























6. El cuello de las mujeres no embarazadas es de color rosa y liso.




7. Normalmente hay una pequeña cantidad de moco lubricante claro en la vagina.  No debe haber hemorragia en mujeres que no menstrúan.

















El cuello de mujeres no embarazadas es liso, duro y ligeramente movible.  No es sensible.  El útero es duro, liso y no sensible.



5. El tamaño de los ovarios varia considerablemente, pero en promedio tienen 3.5 x 2 x 1.5 centímetros.  Las trompas de Falopio no suelen palparse.







6. Explicar lo que se hace, ya que es incómodo para la paciente y puede producir deseo de defecar.
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viernes, 19 de agosto de 2011

GENITALES MASCULINOS


¿CÓMO ES POR FUERA EL APARATO GENITAL MASCULINO?


F.Adams
Hasta hace poco, cuando venía al mundo un bebé, lo primero que se hacía para saber si era niño o niña era mirar sus genitales. No había duda: si tenía pene, era niño; si tenía vulva, se trataba de una niña. Ahora, gracias a la tecnología, ya no hace falta esperar al momento del parto para resolver este enigma, ya que realizando una ecografía se puede ver claramente el sexo antes del nacimiento. De todas formas, el método sigue siendo el mismo: la observación de los genitales.
Los genitales se llaman también órganos sexuales o reproductores. Lo que se ve a simple vista es importante para determinar el sexo, pero no es todo lo que hay. El aparato genital masculino lo forman órganos visibles y no visibles, es decir, externos e internos. De los ocultos, que son los testículos, los epidídimos, los conductos deferentes, las vesículas seminales, la próstata y la uretra, hablaremos en el próximo capítulo. Aquí nos centraremos en los visibles: el pene y el escroto.


El peneEs uno de los órganos al que más sinónimos se le han dado: miembro viril, falo, pito, picha, cola... la lista sería interminable. Es el órgano copulatorio del hombre destinado a depositar el semen en la vagina. Aunque a simple vista pueda parecer sencillo, se trata de un órgano muy complejo en su estructura y en su funcionamiento. Está situado en la pared anterior de la pelvis y en estado de reposo es blando y móvil. Se compone de tres cuerpos cilíndricos: dos cavernosos, unidos lateralmente y que se comunican entre sí; y uno esponjoso, esencialmente muscular, situado por debajo. Este cuerpo esponjoso termina en la punta del pene y tiene forma piramidal o de bellota y por este último motivo recibe el nombre de glande . Esta es una de las partes más sensible del hombre. En ocasiones se observan en esta zona unos granitos que no tienen la menor importancia.

En el glande se abre un orificio: el meato uretral, que es donde desemboca el conducto de la uretra y por donde sale la orina y el semen. Curiosamente, gracias a un dispositivo que regula cada función, nunca se mezclan.
La piel que recubre el pene es muy elástica y tiene una zona móvil llamada prepucio, que es la que recubre el glande. El prepucio tiene la capacidad de replegarse totalmente para dejar al descubierto el glande cuando se produce la erección. La piel del prepucio está unida al glande por el frenillo, que es un delgado ligamento. Debajo del prepucio se forma una sustancia blanquecina y sebosa con un olor característico que se elimina con una buena higiene.

* El pene contiene la uretra, conducto para llevar el semen y la orina hacia el exterior.
* En la punta del glande está el meato urinario, que es un orificio por donde sale la orina o el semen.
* El frenillo es un ligamento que une el prepucio al glande. . El tamaño, la forma y el color del pene varían en cada hombre. Como no hay dos caras iguales, ni dos manos iguales, tampoco hay dos penes iguales. Por este motivo muchos chicos creen que el suyo no es normal, simplemente porque no se parece al de pene tiene sus características propias.

El escrotoEl escroto es una bolsa de piel dividida en su interior en dos cámaras que alojan los testículos o glándulas sexuales masculinas. Su función es protegerlos. Esta bolsa tiene la característica de encogerse cuando está expuesta a temperaturas bajas o en casos de excitación sexual. Tiene un aspecto rugoso, con grandes y profundos pliegues.

En el medio, hay una línea parecida a una gran costura. El tono del escroto es algo más oscuro que el del resto del cuerpo. En la pubertad, su piel, delgada y sensible empieza a recubrirse de vello.

¿CÓMO ES POR DENTRO EL APARATO GENITAL MASCULINO?Aquí sí hablaremos de los órganos genitales ocultos, es decir, internos, que no se ven a simple vista. Son los siguientes: dos testículos, dos epidídimos, dos conductos deferentes, dos vesículas seminales, la próstata y la uretra.

Los testículosLos testículos o gónadas masculinas, también conocidas en el argot popular con el apelativo de «huevos», son las dos glándulas sexuales masculinas. Están ubicados debajo del pene, entre los dos muslos. El hecho de que estén situados por fuera tiene una explicación lógica y fisiológica: para que puedan funcionar correctamente necesitan estar a una temperatura inferior a la del interior del cuerpo. Realizan una doble función: reproductora y hormonal. Por un lado, están destinados a fabricar las células principales del semen: los espermatozoides. Por otro lado, funcionan como unas glándulas de secreción interna que producen las hormonas, que son unas sustancias que hacen posible la activación de las funciones sexuales masculinas. Una de las hormonas más importantes es la testosterona.
Esta singular fábrica empieza a ponerse en marcha a partir de la pubertad y, desde entonces, bajo el control de la hipófisis, seguirá trabajando sin cesar durante toda la vida.

Los testículos son como fábricas que trabajan continuamente para producir hormonas y espermatozoides, aunque no exista actividad sexual.

¿Cómo son?Los testículos tienen forma de huevo y están protegidos por varias cubiertas de membrana y piel. Como ya dijimos al explicar el aparato genital externo, la parte protectora que queda más a la vista es el escroto.
El tamaño varía de una persona a otra, pero en general suelen tener la apariencia de una ciruela y son lisos y duros. Es normal y frecuente que el izquierdo esté más bajo que el derecho. Si se tocan con los dedos se deslizan como si fueran bolas de cristal. Son sumamente sensibles a los golpes y las presiones.
El interior del testículo está formado por infinidad de pequeños conductos -túbulos seminíferos- que se unen a otros más grandes los cuales se amontonan en el epidídimo, un órgano en forma de media luna, situado sobre el testículo. Desde los túbulos seminíferos, los espermatozoides inician un viaje en dirección al epidídimo. Desde aquí, y por el conducto deferente, pasan a la ampolla seminal y, luego, a través de la próstata, llegan al pene hasta encontrar la salida por el meato urinario.
Una curiosidad en torno a los testículos: a veces suben y bajan. ¿Por arte de magia? No. Puede ser debido a la acción de diversos estímulos, como el frío, la excitación sexual o simplemente el tocarlos. Esto ocurre al contraerse los músculos del escroto. Es algo normal y no hay que preocuparse, ya que luego vuelven a su posición habitual.

No es conveniente llevar pantalones o calzoncillos demasiados ajustados o de fibras sintéticas, ya que su uso prolongado puede elevar la temperatura de los testículos, cosa poco recomendable para su perfecto funcionamiento.

Los epidídimosYa los hemos mencionado al hablar de los testículos. Decíamos que tienen forma de media luna. También podríamos añadir que están situados en la parte de atrás, encima del testículo, por eso se llama epidídimo ( «sobre testículo» ) y precisar que, en realidad, no son una parte de los testículos, sino unas estructuras formadas por el apiñamiento de pequeños tubos. Constituyen el primer segmento del conducto espermático. Se dividen en tres partes: cabeza, cuerpo y cola. El epidídimo tiene su continuación en el conducto deferente, una estrecha vía que va a parar a las vesículas seminales, lugar donde se produce el líquido necesario para que los espermatozoides sigan vivos y en movimiento. Debajo de la vejiga urinaria se encuentra la próstata, que tiene una función similar a la . vesícula seminal.

Los conductos deferentesSon dos canales por los cuales los espermatozoides que han madurado inician el ascenso hacia las vesículas seminales. Los conductos deferentes entran en la próstata para desembocar en la uretra, que está conectada con la vejiga urinaria y con las vías genitales. Gracias a un sistema de válvulas, la próstata regula la emisión de la orina o del líquido seminal.

Los espermatozoides maduros ascienden por los conductos deferentes para instalarse en las vesículas seminales.

Las vesículas seminalesSon unos saquitos situados debajo de la vejiga urinaria. Su misión consiste en acoger a los espermatozoides maduros. Las vesículas seminales se encargan de fabricar un líquido viscoso, llamado porción seminal, para que los espermatozoides puedan nutrirse, protegerse y desplazarse con facilidad.

La vesícula seminal proporciona a los espermatozoides un líquido viscoso que les sirve de protección y alimento.

La próstataEs una glándula masculina que se encuentra situada entre la vejiga de la orina, la uretra y el recto. En la próstata confluyen la vía seminal y la urinaria. A partir del punto de confluencia, la trayectoria del semen y la de la orina por la uretra hacia el exterior es la misma. Recordemos que nunca llegan a juntarse ambos líquidos, ya que existen unas válvulas que abren o cierran el paso, según convenga.

La próstata segrega un fluido viscoso y blanquecino muy parecido al líquido seminal. Ambos líquidos, junto con los espermatozoides forman el semen. El semen es el líquido blanco y denso que se expulsa a través de la uretra cuando se produce la eyaculación.

* La próstata fabrica un líquido llamado porción prostática que protege, alimenta y facilita la movilidad de los espermatozoides.

La uretraAntes hemos hablado de la próstata. Pues bien, encima de ella está situada la vejiga donde se acumula la orina. Ésta se vierte en la uretra, que es un conducto que atraviesa la próstata hasta llegar al final del glande, donde se ensancha, formando el meato urinario, que es por donde sale la orina o el semen.

La uretra conduce el semen o la orina hacia el meato urinario para expulsarlos hacia el exterior.

Las glándulas de CowperDebajo de la próstata hay dos pequeños órganos que reciben el nombre de glándulas de Cowper. Su función es la de segregar un líquido que se vierte en la uretra cuando se produce la excitación sexual. Esta secreción limpia la uretra y la lubrifica dejándola preparada para la eyaculación. Hay que tener en cuenta que esta secreción puede contener espermatozoides, por tanto, si hay penetración, puede haber embarazo aunque la eyaculación se produzca fuera de la vagina.

Los espermatozoides
Los espermatozoides son las células reproductoras masculinas. Los que ya han madurado se componen de cabeza, cuerpo y cola. Cuando se unen al óvulo tienen la capacidad de formar un nuevo ser. Al originarse, los espermatozoides son células demasiado grandes para recorrer el largo camino que les llevará hacia el Óvulo. Pero este problema se resuelve a medida que maduran, ya que pierden la capa de grasa que los rodea y generan una cola para poder desplazarse con agilidad.
Por lo general, los espermatozoides pueden mantenerse activos unos tres días dentro del aparato genital femenino. No obstante, se han encontrado algunos vivos en el cuello del útero ocho días después de la eyaculación. Tardan más de setenta días en madurar. Es en este momento cuando inician el ascenso desde los testículos para juntarse con las porciones seminales. Se calcula que en cada centímetro cúbico de semen hay unos veinte millones de espermatozoides. Existen diversas circunstancias que pueden alterar la concentración de espermatozoides: el estrés, la frecuencia de las eyaculaciones, la alimentación, etc.

El semen o esperma es un líquido libre de bacterias. Está compuesto por los espermatozoides, la porción seminal y la porción prostática.
Los espermatozoides inician una veloz carrera que va de los testículos a la ampolla seminal, desde donde pasan al pene a través de la próstata.

DR PEDRO BARREDA
Rev: Julio/2005

miércoles, 10 de agosto de 2011


Examen de las vísceras abdominal



Hígado:

El hígado se ubica preferentemente en la región del hipocondrio derecho, pero su lóbulo izquierdo se proyecta al epigastrio.
Al examinarlo se determina:
  • su límite superior
  • el borde inferior
  • la proyección hepática (o sea, la distancia entre el límite superior y el borde inferior, lo que da una idea de su tamaño)

    Determinación del límite superior del hígado: se efectúa fundamentalmente mediante percusión. Se percute a nivel de la línea medio clavicular, desde los pulmones (área sonora) hacia el hígado. En el punto que el sonido cambia de sonoro a mate se ubica el límite superior del hígado. Esa ubicación se precisa contando el estacio intercostal correspondiente partiendo desde el segundo espacio intercostal (que está a la altura del ángulo de Louis) hacia abajo. Lo normal es que esté a nivel del quinto espacio intercostal derecho, en la línea medio clavicular.



    De lo anterior se puede ver que el hígado en contacto con la pared abdominal da una “matidez”. Este signo podría no encontrarse si se interpone un asa de colon entre el hígado y la pared. También se pierde la “matidez hepática” en cuadros de pneumoperitoneo en que entre aire a la cavidad peritoneal (por ejemplo, en una perforación gástrica o intestinal).Determinación del borde inferior del hígado: se efectúa mediante la palpación. Estando el paciente en decúbito dorsal, se va con la mano al encuentro del borde inferior al momento que el paciente efectúa una inspiración. Algunas personas prefieren palpar con la punta de sus dedos, con la mano en dirección al tórax. Otros lo hacen "enganchando" el borde inferior con la mano en dirección al abdomen y los dedos flectados. Conviene partir palpando unos cuantos centímetros por abajo del reborde costal e ir subiendo hasta lograr sentir el borde inferior (si el hígado fuera muy grande y no se palpó suficientemente bajo, podría no captarse el borde inferior).

Al mismo tiempo de palpar el borde inferior del hígado se aprovecha de precisar otras características:
  • cuántos centrímetros se proyecta por debajo del reborde costal
  • qué consistencia tiene el hígado (lo normal es que sea blando y elástico; los hígados cirróticos son más duros)
  • cómo es el borde (lo normal es que sea redondo; un hígado cirrótico puede ser más cortante)
  • en el caso de hígados que se proyectan varios centímetros bajo el reborde costal, y en personas delgadas, podría llegara ser posible palpar la superficie de la víscera (lo normal es que sea liso; hígados cirróticos o tumorales podría tener una superficie algo irregular o nodular)
  • crecimiento lóbulo izquierdo hacia el epigastrio
  • Es frecuente que el borde inferior del hígado no se logre palpar, especialmente en personas con sobrepeso. Cuando la palpación es positiva y el hígado es normal, se palpa de consistencia blanda pero bien definida, y la maniobra no es dolorosa. En algunas enfermedades estas características cambian, por ejemplo:
  • en la cirrosis hepática el borde es más cortante y la consistencia es más dura
  • si fuera un hígado tumoral, se podría encontrar grande, firme y nodular.
  • si se trata de un paciente con insuficiencia cardiaca, se puede llegar a palpar un borde redondo, blando y podría ser algo sensible a la palpación
  • en cuadros de hepatitis aguda muchas veces se logra palpar el borde inferior blando y doloroso a la palpación.
  • una variante anatómica que se considera normal es el lóbulo de Riedel que consiste en una lengüeta del lóbulo derecho del hígado que desciende hasta al cresta ilíaca.
Proyección hepática: el la altura del hígado determinada por la diferencia entre el límite superior y el borde inferior; se expresa en centímetros. Lo normal es que la proyección hepática sea de 10 a 12 cm. Valores superiores estarían reflejando una hepatomegalia. Una consideración respecto a esta medición es tener presente que si el límite superior se determinó estando el paciente en espiración y el borde inferior estando en inspiración, artificialmente estaríamos aumentando el tamaño del hígado.
Respecto a la vesícula biliar, normalmente no se palpa. Cuando se inflama (colecistitis), el signo cardinal es el dolor que aumenta con la palpación (signo de Murphy positivo). En estados más avanzados el proceso inflamatorio lleva a una reacción local de los tejidos vecinos y se forma un plastrón vesicular. En estos casos se palpa una masa subcostal, dolorosa, de límites difíciles de precisar. Incluso, puede ser difícil de diferencia de un tumor de la vía biliar. A veces la vesícula está dilatada por obstrucción del conducto cístico o a nivel del bacinete por un cálculo y se palpa como una “pera” (hidrops vesicular). Una palpación parecida podría ocurrir si existe una obstrucción a nivel de la ampolla de Vater por un tumor (signo de Courvoisier): estas vesículas habitualmente no duelen y el paciente está ictérico.

Examen del bazo:

El bazo también se explora mediante la percusión y la palpación. Se encuentra bajo la parrilla costal, entre la 6ª y la 10ª costilla, a nivel de la línea medio axilar, en una posición oblicua. Lo habitual es pedir al paciente que respire profundo e ir al encuentro del polo inferior con la punta de los dedos (con la inspiración se contrae el diafragma y el bazo desciende). Normalmente no se palpa en adultos, salvo excepciones. Esto hace que cuando es posible palpar el polo inferior se piense que existe una esplenomegalia. En distintas condiciones se puede presentar un bazo grande: hipertensión portal (que determina una congestión venosa), tumores (ej.: linfoma, leucemia mieloide crónica), infecciones (ej.: endocarditis bacteriana, fiebre tifoídea), hemólisis crónicas, etc.



Cuando no es posible palpar el polo inferior, se puede recurrir a la percusión del “área esplénica” a nivel de la línea medio axilar, percutiendo un poco por delante y por detrás, en la región costal baja. Si se pesquiza una matidez que se proyecta por delante de la línea axilar anterior, se estima que el bazo puede estar grande. Indudablemente si se palpa el borde inferior es más confiable como signo de esplenomegalia que la percusión.
Si el bazo no se logra palpar en decúbito dorsal, se puede recurrir a poner al paciente en decúbito lateral derecho (se le pide que flecte un poco su pierna izquierda y relaje la pared abdominal). En esa posición (conocida comoposición de Shuster), y ubicándose por detrás del enfermo, se intenta “enganchar” el polo inferior del bazo durante una inspiración profunda.


Examen de los riñones.

Se ubican en la parte más posterior del abdomen (en el retroperitoneo). Se examinan mediante la palpación. Generalmente no se logran palpar, salvo en personas delgadas. El riñón derecho se ubica un poco más bajo que el izquierdo y su polo inferior tiene más posibilidades de palparse (el resto de los riñones queda bajo la parrilla costal).
Cuando alguno de ellos está aumentado de tamaño es más factible que se pueda palpar (por ejemplo, en hidronefrosis, riñón poliquístico, tumor renal, etc.).

Para examinarlos, el examinador trata de palparlos poniendo una mano bajo la región lumbar y la otra sobre el flanco: se ejerce presión entre las dos manos y se trata de sentir si se interpone una “masa” compatible con el polo inferior de alguno de los riñones. La posición de las manos depende del lado que se ubique el examinador. Se habla que la “masa” tiene contacto lumbar cuando al empujar hacia arriba, el movimiento se transmite hacia la mano superior. Este signo es bastante propio de los riñones.


Otro signo que se busca en el examen de los riñones es la puño percusión; rinde especialmente en cuadros de pielonefritis aguda. Estando el paciente sentado, se golpea con la mano en forma de puño sobre las fosas lumbares. Cuando existe una inflamación aguda del uno de los riñones se desencadena dolor.

examen del abdomen




Examen del abdomen

   

En el abdomen se ubican distintas vísceras, entre las que destacan el hígado y vías biliares, gran parte del tubo digestivo; el bazo; riñones, uréteres, vejiga; glándulas suprarrenales; además, en la mujer: útero, trompas de Falopio y ovarios y, en el hombre, la próstata. Cada una de estas estructuras tiene una ubicación y tamaño, desempeña funciones y es fuente de alteraciones y enfermedades.El examen mismo conviene efectuarlo en dos etapas:
A. Un examen general
B. El examen de las vísceras, propiamente tal

Referencias anatómicas:

Algunos puntos de referencia, son:
  • los rebordes costales
  • el apéndice xifoides
  • el ombligo
  • las espinas ilíacas ántero-superiores en cada lado
  • las regiones inguinales
  • el borde superior del pubis

División del abdomen por cuadrantes:

Se trazan dos líneas imaginarias perpendiculares que pasan por el ombligo. De esta forma se delimitan cuatro cuadrantes:
  • superior derecho
  • superior izquierdo
  • inferior derecho
  • inferior izquierdo

Examen del abdomen.

Aspectos que conviene tener presentes al realizar el examen:

  • colocar al paciente en decúbito dorsal
  • examinar por el lado derecho (pero conviene tener la capacidad de examinar por ambos lados)
  • disponer de una iluminación adecuada
  • tratar de no tener las manos ni el instrumental fríos
  • pedir al paciente que se relaje (tener una delicadeza especial en personas que sufren de cosquillas)
  • exponer el abdomen en forma amplia de modo de efectuar una buena observación (desde la parte baja del tórax hasta las regiones inguinales). Conviene tener cuidado por el pudor del paciente, pero sin dejar de examinar en forma adecuada.
  • no olvidar de examinar las regiones inguinales
  • las zonas dolorosas conviene examinarlas al final



Inspección.

Conviene fijarse en lo siguiente:
  • la forma del abdomen
  • identificar áreas más prominentes o asimétricas
  • cicatrices
  • hernias
  • lesiones de la piel
  • presencia de circulación colateral
  • latidos
  • los movimientos respiratorios: lo normal es que con la inspiración se produzca un abombamiento del epigastrio al descender el diafragma. En algunas insuficiencias respiratorias, el diafragma no se contrae y es arrastrado hacia el tórax en la inspiración, con lo que el abdomen en vez de “abombarse” se deprime: esto se conoce como respiración paradoja

  • .
  • Auscultación.

    Lo que se trata de auscultar son ruidos que derivan de la movilidad del intestino y posibles soplos vasculares. Se efectúa antes de la percusión y la palpación ya que éstas pueden alterar los ruidos intestinales o ruidos hidroaéreos. La auscultación debe ser metódica y cubrir los distintos cuadrantes del abdomen.

    Percusión.

    Normalmente al percutir el abdomen se escuchan ruidos sonoros que reflejan el contenido de aire en el tubo digestivo.

    Palpación.

    Se comienza efectuando una palpación superficial mediante la cual se buscan puntos dolorosos y se evalúa si la pared abdominal es depresible. Cuando existe resistencia muscular, puede ser voluntaria o involuntaria.